Una nueva interrupción del servicio ha causado malestar.
El Réseau express métropolitain (REM) ha sufrido una nueva serie de averías en los últimos días, lo que ha desatado la frustración y el enfado de los usuarios. Tras un problema de conmutación relacionado con una tormenta invernal, un importante corte de electricidad obligó a interrumpir el servicio el lunes por la noche, y se desconoce cuándo se restablecerá. A pesar de los esfuerzos de los equipos técnicos por limpiar la nieve y restablecer la infraestructura, el servicio sigue siendo irregular, con trenes que circulan cada 22 minutos y lanzaderas de autobuses puestas en marcha para compensar las interrupciones.
La ministra de Transportes ha convocado una reunión de urgencia.
Ante estas averías recurrentes, la ministra de Transportes, Geneviève Guilbault, convocó el martes una reunión de urgencia con CDPQ Infra y Alstom, principal proveedor de la REM. El objetivo de la reunión es examinar las causas de las averías recurrentes y garantizar la puesta en marcha de un plan sólido para limitar su impacto en los usuarios. No es la primera vez que el Gobierno exige explicaciones: el pasado mes de enero, tras una serie de incidentes técnicos, la ministra ya había reiterado que la fiabilidad de la REM era esencial para fomentar el uso del transporte público.
Usuarios exasperados y retos pendientes
En las redes sociales, muchos usuarios expresan su descontento y califican la situación de inaceptable, además de reclamar mejores comunicaciones en tiempo real. Además de las averías imprevistas, la REM sufre actualmente interrupciones programadas para permitir la migración de sus centros de control, lo que limita aún más su disponibilidad. De aquí al verano se esperan nuevas interrupciones, incluido un cierre total de la red durante varias semanas. Con la presión del Gobierno sobre los responsables del proyecto, las próximas semanas serán decisivas para restablecer la confianza de los usuarios y garantizar la fiabilidad de la red.
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